Natascha de Cortillas Diego /Desterritorialidades Culinarias 2005- 2013

9.05.2011

I BIENAL DEFORMES / Ñoquis / Santiago 2006















El cuerpo y el otro.

DEFORMES, propone un levantamiento de obras cuerpo - acción desde distintos lugares del mundo de la performance entregados como referentes de significación y plataformas en la cultura del arte local. Instalar una convocatoria de esta magnitud genera un problema entre las hegemonías oficiales y los grupos de gestión autónomo, que se desplazan en el espacio de la Lateralidad, como un reflejo sintomático que responde a otras fluctuaciones no ligadas al empoderamiento del arte local y las máximas remesas de utilidad que persigue el arte de estado. Realizar una Bienal de performance, entendiendo lo que esto confiere a partir de su sabido descrédito; es instalar un problema que viene producir interferencia en su despliegue problemático que interroga y altera ciertas hegemonías locales. Su resultado viene ha ser un diagnostico que refleja dentro de los modelos de flujos en tanto fractales; nuevas resignificaciones de sentidos, circulaciones y nodos de procedencias disimiles, abriendo otras visibilidad e intercambio.
Entonces, pensar este hecho en un circuito de arte incapaz e ineficiente que ejerce la indiferencia por sobre la diferencia, viene a ser para la escena de arte en Chile una paradoja, que instala y reclama sus propios requerimientos, frente a la oficialidad museal, galeristica, académica y teórica.

Los criterios curatoriales han sido propuestos para dar un estatuto al arte-accion, abriéndonos camino en medio de muchas murmuraciones, para situar la legitimidad que le corresponde a la performance, desde una convocatoria que marcará un precedente inequívoco en la escena del arte en Chile. De esta forma bajo el cifrado” el cuerpo y el otro” queremos poner énfasis en nuestra capacidad por salir del encierro y ejercer cuerpo en “la rearticulacion del cuerpo”.
Con esta idea queremos realizar un encuentro desde una mirada califica a un oficio desestimado. Al traer artistas del arte acción desde distintos lugares del mundo, queremos situar una base de encuentro común, donde el discenso no sea entendido como un ataque sino como la forma de aportar con nuestras obras a ejercer las potencias de muchos, de abrir los espacios y los modos de relación para estimular las practicas de arte contemporaneo; de hacernos cargo de nuestras propias ficciones, de nuestros sueños, de gestionar las diferencias desde el reconocimiento de la legitimidad para hacer lugar y dar lugar.
Proponer una Bienal , es una coordenada que marca una temporalidad sistemática y organizada de un cierto HACER en continuidad, bajo la mirada de sus curadores y la diversidad multicultural, sin un animo de ordenamientos lineales o de inventariados preferenciales, negando la curatoria privada y excluyente.

E

Desde la idea de performance encarnamos el cuerpo que no es necesariamente desde la perspectiva de ciertas oficialidades o como un producto de preservación museal, sino que por sobre todo, nos interesa el hecho vivo, el suceso por venir, el espejo que devuelve la imagen de lo real, lo vivencial, lo humano.
Acá, es donde aparece como recurso el animarse a las irrupciones a las alteraciones, a la ruptura, al quiebre de todos los mecanismos de control atribuido a la actitud represiva o de bloqueo de todos aquellos desacuerdos internos y externos, que el cuerpo instala como resistencia al poder.
Proponemos habitar el cuerpo como la comprensión de un lugar que nos desconecte de las ataduras analíticas del código duro y el arte inteligente, del registro fiel y tautológico, del desdoblamiento en otro, del texto, la orden direccional, y de los marcos de la representación; situándonos en el territorio de la diversidad, lugar donde podemos cristalizar otros imaginarios y practicas corporales, desde una dimensión subjetiva entre cuerpo y espacio de arte.
Este habitar el cuerpo desde el comportamiento lo pensamos en un hacer que se distancie de aquellos comodidades convencionales dentro de los cuales los individuos se transforman en ciudadanos apropiados.
Nos ocupa y preocupa la acción y el gesto como un núcleo básico para reconfigurar escenas, imaginarios simbólicos y significaciones, porque el significado siempre se devuelve en relación e intercambio. Esto es, nosotros reconfiguramos el significado en la medida que interactuamos e involucramos con otros. Las realidades y los espacios que construimos, son apartir de los intercambios del acto originado en la acción y la significación.



Porque todos estamos reconocidos en otros, repetidos en otros, somos el deseo del otro, cargamos al otros; las acciones de uno llevan la captura de la mirada del otro.
Porque no vivimos desconectados del otro y nuestros comportamientos nunca es aislado, sino que adquiere su propia legitimidad como acción en relación con los demás con los cuales estamos ( o hemos estado) implicados e involucrados.
Desde esta perspectiva podemos decir que cuerpo es un lugar político, es una política, su organización es muy sólida y contundente, donde hay cuerpo existe la significación del funcionamiento y la marca del lugar, la evidencia, la comparecencia, donde su semiotica es la subordinación o insurrección.
Mas que poseer un cuerpo, nos escondemos en el; lo ocupamos para desempeñar roles de ordenamiento y normalidades culturales o necesidades puramente fisiológicas de sobrevivencia. Nos construyen, son los cuerpos de los otros los que fabrican sus sujetos, simil a: “Humani Corporis Fabrica”de Andrea Vesalius.
La construcción de cuerpos se ejerce siempre en todas las formaciones sociales, otras lo desestiman, lo ocultan, lo adoran o lo reprimen, lo expropian. El cuerpo es hoy un peligro, por lo que se tiene que normar, perseguir, sancionar, pero por mucho que este se niegue, siempre surgirá lo registrable, lo observable, lo perceptible, para desacomodar las certezas absolutas del ilumimismo, que solo piensa en la simple eficacia a favor de la ganancia y el control ejercido por la mercantilizacion globalizante.
Nuestro intento es alterar los modelos inventariados del comportamiento, proponiendo con el cuerpo el inventar, el descubrir, el experimentar, desde otros marcos de acción, otros signos y multiplicidades, no meramente desde la recreación del espectáculo aliviante de los síntomas y polaridades que conviven en el individuo alterado de hoy, que vive su desempeño social en una permanente queja de sometimiento por sus crisis de relación consigo mismo y con los otros.
Proponemos un cuerpo en permanente atención, que cree un hacer un cuerpo desde sus políticas, un pensar y hacer de otra manera la cultura y el arte.